Inyección de agua

Esta ficha proporciona información técnica sobre cómo controlar el polvo de sílice mediante sistemas de inyección de agua en diferentes equipamientos de extracción y elaboración de roca ornamental incidiendo directamente en el origen de generación del contaminante.

Es posible que, según las circunstancias específicas de cada caso, no sea necesario aplicar todas las medidas indicadas en esta ficha para realizar los procesos en vía húmeda y minimizar la exposición a sílice cristalina respirable y se deba optar por seleccionar las más idóneas y apropiadas.

Procesos y equipamientos

Aquellos equipos que realicen el procesado en vía húmeda deberán asegurar un suministro adecuado de agua tanto en el caudal aportado como en la calidad de la misma:

  • El caudal puede variar según las operaciones y equipos empleados, debiéndose evaluar en cada caso.
  • El agua inyectada debe ser limpia, abundante y dirigida hacia los puntos de corte, tallado o pulido.

Los sistemas eléctricos y herramientas deben estar correctamente protegidos para ambientes húmedos y presencia de polvo.

Se debe garantizar el drenaje de los lodos originados durante las operaciones por vía húmeda y la limpieza de las instalaciones. Una deficiente gestión de estos lodos se traduce en acumulación de polvo que al perder compactación y humedad se pondrá en suspensión generando riesgos de ambiente pulvígeno. Se deberá realizar una limpieza periódica de las instalaciones para potenciar la efectividad de operar en vía húmeda.

Aunque el uso de agua para la supresión del polvo es eficaz, el aerosol que se genera aún contiene partículas finas de polvo. Se recomienda el uso de equipos de protección respiratoria contra partículas tipo FFP3 (para mascarillas autofiltrantes) o P3 (para filtros acoplados a adaptadores faciales).

Disponer de un pavimento antideslizante en los locales de trabajo que minimice el peligro de resbalar derivado de la presencia de agua en el suelo.

Cuanto más próxima sea la inyección de agua al foco de generación de polvo mejor será la eficacia del sistema.

Frente al riesgo a salpicaduras, emplear ropa de protección impermeable (vadeadores, botas de agua, chaquetas impermeables o buzos), y evitar que éstas se sequen sobre la ropa, por el riesgo de emisión de polvo que esto puede representar. En caso necesario, emplear guantes de protección contra el frío.

En el caso de equipos automatizados se recomienda ubicar los controles lejos de la maquinaria a poder ser en cabinas aisladas de control.

Limitar la presencia de personal en las zonas donde exista riesgo a exposición a polvo de sílice cristalina.

Las tareas de mecanizado manual de granito y otros materiales con sílice cristalina deben realizarse preferiblemente con herramientas que incorporen agua y minimicen el polvo generado en el origen. Se trata del método más eficaz para reducir la concentración de polvo generado durante el proceso.

Las boquillas de salida de agua se proyectarán hacia el foco donde se genera el polvo para aumentar su eficacia. Es fundamental dirigir correctamente el aporte de agua y contar con el número de boquillas apropiado para obtener los mejores resultados de minimización de polvo.

Pueden emplearse carcasas y soportes que protejan al trabajador de la proyección de partículas y aerosoles generados durante el procesado y contribuyan al direccionamiento adecuado del chorro de agua, así como, incorporar inyección de agua a herramientas que carecen de ella.

A mayor velocidad del proceso de corte o mecanizado del material mayor será la generación de polvo por lo que será necesario optimizar el caudal y la dirección del flujo de agua aportada.

Asociar a un sistema de filtración, para mejorar la calidad del agua que llegue a la boquilla y disminuir así la posibilidad de que se produzca un atasco por las partículas en suspensión, que suponga que la boquilla quede fuera de servicio.

Los trabajadores usarán ropa de protección impermeable (delantales, chaquetas, pantalones, buzo, botas, etc.) que le permita mantener seca la ropa que está en contacto con su cuerpo.

Trabajar en mesas con recogida y drenaje de aguas.

La mayor parte de los equipos fijos de mecanizado de granito (telares, máquinas multihilo, cortabloques, pulidoras, pulecantos, cortadoras,etc.) realizan el proceso con un elevado aporte de agua mediante boquillas deflectoras, con lo que el arrastre de partículas de polvo en el foco está asegurado. En estos casos la refrigeración de los útiles de mecanizado con agua asegura su buen funcionamiento y garantiza el sistema productivo.

Es fundamental en estos procesos con equipos de gran aporte de agua asegurar una limpieza periódica y un mantenimiento de las instalaciones. Debido a la cantidad de aerosol que se pone en suspensión y que contiene partículas de polvo, existe el riesgo de que al precipitar y secarse permanezca el polvo en zonas de los lugares de trabajo con baja visibilidad o difícil acceso.

Diseñar adecuadamente el sistema de inyección de forma que el aporte de agua se realice lo más próximo posible al foco de generación de polvo, lo que mejorará la eficiencia del sistema.

Los deflectores de chorro se desgastan rápidamente y deben ser reemplazados con frecuencia.

En el caso de máquinas dotadas de carcasas, puertas o lonas de protección de los sistemas de corte y mecanizado (tambores máquinas de corte con hilo diamantado, trenes de pulido, etc.) mantener cerradas durante el proceso, de forma que se eviten proyecciones. Recordar, aunque el uso de agua para la supresión del polvo es eficaz, el rocío que se genera aún contiene partículas finas de polvo.

De igual manera, en máquinas de corte tales como telares, máquinas de corte con hilo diamantado, cortabloques, se recomienda confinar el proceso lo máximo posible mediante deflectores, pantallas o lonas de forma que se limite la proyección de rocío de agua cargada con partículas de polvo al ambiente, redirigiéndolas al sistema de drenaje y gestión de lodos.

Evitar que la acción de corrientes de aire pueda desfocalizar el aporte de agua sobre los puntos de generación de polvo.

El método consiste en la introducción de agua a través de la barrena hueca o mediante un dispositivo acoplado consiguiendo de esta forma la fijación del polvo a medida que se va produciendo y justo en el lugar de origen. La inyección de agua en perforación significa la aplicación continua de agua limpia a través del orificio central del barreno (junto al aire de barrido), durante todo el tiempo que la máquina está en operación. Este aporte de agua además de disminuir los efectos del polvo sobre el personal y la maquinaria contribuye a enfriar la herramienta de perforación así como a la limpieza del barreno.

Los materiales duros, debido a velocidades de perforación menores, generan bajas concentraciones de polvo pero con una mayor proporción de partículas de tamaño respirable. A mayor potencia de perforación, mayores requerimientos de aire comprimido y por lo tanto mayor velocidad de perforación, lo que se traduce en una mayor producción de polvo.

El agua inyectada debe ser limpia, abundante y focalizada sobre el punto de operación. Asociar a un sistema de filtración, para mejorar la calidad del agua inyectada y disminuir así la posibilidad de que se produzca un atasco por las partículas en suspensión.

Existen también accesorios rociadores de agua de bajo caudal montados sobre un extremo del martillo para suprimir el polvo que se genera durante la fragmentación de la roca.

Previo a las tareas de perforación se recomienda regar las superficies próximas para evitar que se movilice el polvo depositado.

El sistema debe estar dotado de un dispositivo de eliminación de burbujas, como por ejemplo separadores de aire en las conducciones de agua. Debido a que el polvo respirable puede incorporarse a las burbujas, sin mojarse, pasando al ambiente una vez que estallen éstas en la boca del taladro.

Cuando sea posible, use un equipo de perforación con cabinas cerradas de presión positiva y con aire acondicionado y abastecimiento de aire filtrado para mantener al operador separado del polvo. Las cabinas más viejas se pueden modernizar con sistemas que filtren, calienten y refresquen el aire.

Ante el fallo del sistema de inyección de agua se detendrán los trabajos de inmediato hasta su completa reparación.

Se debe garantizar que en el circuito de inyección de agua (empezando por la llave de admisión del agua y terminando por los orificios de salida en la broca de la barrena) no existen partes de sección reducida que puedan provocar estrangulamientos, reduciendo la cantidad de agua que sale de la broca.

Los lodos generados durante los procesos de mecanizado de granito con aporte de agua deben ser gestionados de forma correcta. Los lodos se decantan por gravedad en pozos o balsas desde donde se bombean hacia depósitos de decantación, allí se espesan mediante floculantes. De este modo se obtiene, por un lado el agua clarificada que se suele incorporar de nuevo al proceso y por otro lado, los lodos espesados con restos de floculante que son bombeados hasta los filtros prensa.

Los lodos deben deshidratarse mediante filtros prensa. Los filtros prensa constan de placas de sección generalmente cuadrada, con una cavidad interior de profundidad variable, de modo que entre cada dos placas se forma una cámara en la cual se colocan las telas filtrantes. La alimentación se realiza simultáneamente a todas las cámaras, a través de un agujero central, a presión, lo que provoca la filtración del agua a través de las telas. Este agua es recogida por unos micro-canales labrados en la superficie interna de la placa, y conducida al exterior. Alcanzada la presión necesaria concluye el proceso de llenado, y se interrumpe la alimentación, procediéndose a la apertura del paquete filtrante, cayendo las “tortas” formadas.

Una vez filtrados la relación entre partículas finas y agua es aproximadamente de 70%-30% respectivamente. Posteriormente deben ser entregados a gestor autorizado para su valorización como relleno de espacios degradados.

No dejar que las tortas deshidratadas se sequen, lo que podría favorecer que el polvo que contienen pueda pasar al ambiente. Gestionar una recogida periódica de los serrines de granito.

Mantener colocadas las carcasas de protección del filtro prensa de forma que se eviten proyecciones de lodos y la posterior acumulación de residuos secos cargados de partículas finas en zonas de paso.

Revisar periódicamente, según las instrucciones del fabricante, el correcto estado de las telas de filtrado de forma que se garantice un filtrado eficaz y sin proyecciones de lodos.

Asegurar que el suministro de agua sea el adecuado (continuo y a presión constante)y se mantenga en buen estado durante el tiempo que dure el proceso de perforación. Debe garantizarse un caudal suficiente que permita reducir eficazmente el polvo y no descargar demasiada agua en la superficie de trabajo que pueda mojar o dificultar las tareas del trabajador. Más caudal de agua no significa mayor control del polvo generado.

Adoptar las precauciones necesarias para, en caso de frío intenso, evitar la formación de hielo. El uso de sistemas de calefacción del agua empleada en los equipos puede ayudar a reducir los efectos de las bajas temperaturas para los trabajadores y evitar la congelación de tuberías y útiles de corte, perforación o mecanizado.

Se debe garantizar el mantenimiento adecuado en función del tiempo y del uso de los consumibles de los equipos e instalaciones (bombas de agua, mangueras, boquillas, deflectores, lonas, llaves de paso...etc. deben mantenerse en un excelente estado de funcionamiento y limpiarse de forma periódica) conforme a lo indicado por el fabricante o instalador en el manual de instrucciones de la máquina de forma que el equipo funcione de manera eficiente.

Limpiar los equipos antes de comenzar las tareas de ajuste, calibrado o mantenimiento. Utilizar métodos de limpieza húmedos o que levanten la menor cantidad de polvo.

Al menos una vez a la semana, revisar que el sistema de supresión del polvo con agua esté funcionando apropiadamente para detectar posibles signos de daños o anomalías; si el equipo se utiliza constantemente, se realizará con mayor frecuencia. Si se utiliza con poca frecuencia, se comprobará antes de cada uso.